tag:blogger.com,1999:blog-7313242291284315597.post4527141513952501739..comments2022-03-27T16:36:55.555+02:00Comments on tu-mipalabra: ImaginaAna Gutiérrezhttp://www.blogger.com/profile/07984597454238417292noreply@blogger.comBlogger1125tag:blogger.com,1999:blog-7313242291284315597.post-91587340096024627132011-07-24T12:39:34.556+02:002011-07-24T12:39:34.556+02:00Siempre me conmueve ver a la gente mayor, frágil o...Siempre me conmueve ver a la gente mayor, frágil o discapacitada realizar lo que es para ellos el enorme esfuerzo de acercase al altar para comulgar durante la misa. Parece que la necesidad humana de acercarse a Dios es tan imperiosa que estamos dispuestos a buscarle a Él a pesar de cualquier dificultad. Incluso es posible que, sin dificultades de algún tipo u otro, no hagamos nunca el esfuerzo de buscar a Dios-a lo mejor no hay ningún camino fácil hacia Él. En los momentos en los que la vida nos pone todo fácil, el ser humano tiene la tendencia de olvidar las preguntas fundamentales sobre el sentido de la vida y de pensar que es autosuficiente. <br />La grandeza humana verdadera (no la arrogante autosuficiencia) suele aparecer en momentos de dificultad, del mismo modo que se mide la grandeza de un deportista no según su capacidad de ganar los partidos o combates fáciles, sino según su capacidad de seguir luchando en los momentos de mayor dificultad (como dijo el gran boxeador Jack Dempsey: “El campeón es él que se levanta del suelo cuando le parece que no puede.”)<br />La actitud hedonista tan en boga hoy en día sugiere que solamente la vida fácil y placentera merece la pena ser vivida. Si adoptamos esta postura no vamos a alcanzar nunca la grandeza de la que somos capaces. <br />El hedonismo se casa facilmente con otra actitud desafortunadamente común en nuestro tiempo, la obsesión con la utilidad, la incapacidad de reconocer la valía absoluta e incondicional de todos los seres humanos, independientemente de su ‘utilidad’. En los últimos años de vida del papa San Juan Pablo II, mucha gente pensaba que debería dimitir. Sin embargo, pienso que fue precisamente en estos momentos tan duros cuando este gran papa alcanzó su máxima grandeza. Dio una lección magistral sin palabras a una sociedad que quiere esconder sus enfermos y sus discapacitados y que quiere vivir una eterna juventud con la ayuda de cremas, pociones y cirugía plástica. Su ejemplo fue un elocuente testimonio a favor de los pobres, los marginados, los feos, los enfermos, los discapacitados, todas las personas ‘inútiles’ que nuestra sociedad no valora. <br />Una sociedad que deja de valorar sus miembros más débiles deja de ser una sociedad humana.Tommynoreply@blogger.com