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"Para Dios, nada es imposible" (Lc. 1,37)

domingo, 30 de octubre de 2011

Perder el tiempo



Me ocurre muchas veces; yo diría que cada vez más: hablo con mucha gente y están distraídos: no miran a los ojos, su conversación es rápida e imprecisa, parecen estar pensando en algo diferente a lo que hablamos...
Y si miro a los jóvenes - y menos jóvenes también- les veo constantemente pendientes del móvil;  como si al otro lado de ese aparato hubiera algo que necesitara de su "imprescindible e inmediata" atención, capaz de ausentarlos de su realidad más cercana ...


¿Qué nos pasa? ¿Por qué hemos dejado de perder el tiempo con los otros?¿Por qué, indolora e inconscientemente, hemos perdido calidad en los encuentros personales que mantenemos unos con otros? 


Haciéndome estas preguntas me ha venido a la mente aquel pasaje del Principito de Saint-Exupéry:
"...El principito se fue a ver las rosas otra vez: -No os parecéis en nada a mi rosa, todavía no sois nada -les dijo-. Nadie os ha domesticado y no habéis domesticado a nadie. Sois como era antes mi zorro. No era más que un zorro parecido a otros cien mil. Pero le hice mi amigo y ahora es único en el mundo. Y las rosas se sentían muy molestas.-Sois hermosas, pero estáis vacías -siguió diciéndoles-. No se puede morir por vosotras.                          
Por supuesto, un transeúnte cualquiera creería que mi rosa se parece a vosotras, pero ella sola es más importante que todas vosotras: porque yo la regué. Porque le maté las orugas (excepto dos o tres por lo de las mariposas). Porque la escuché quejarse, o vanagloriarse, o incluso a veces callar. Porque es mi rosa. 
 Y se dirigió otra vez hacia el zorro:-Adiós-dijo.-Adiós -dijo el zorro-. Este es mi secreto. Es muy sencillo: Sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.-Lo esencial es invisible a los ojos -repitió el principito para acordarse.-El tiempo que perdiste con tu rosa hace que tu rosa sea tan importante.-El tiempo que perdí con mi rosa... -dijo el principito para acordarse..."      

Y es que es solo eso: estar dispuestos a perder nuestro tiempo con aquel que se cruza en el camino; dejar que, en ese momento, sea lo más importante de nuestra vida; acogerlo como si no hubiera nada más por hacer; mirarlo y recibir su mirada; contemplarlo y suscitar la confianza, la confidencia...
En fin, hacer posible que todos, al menos por un rato, podamos sentirnos únicos e importantes para otros.




Te quiero mucho. Hasta el domingo


Ana

3 comentarios:

  1. Estaba deseando recibir tu mensaje ¿De qué irá hoy?, me decía. Creo que vivir así cada instante de la vida, como si no existiera nada más, acompañando cada encuentro con las persona, como si fueran únicas, es un don del cielo que pide mucha generosidad a quien lo posee.
    "Cultivar la rosa, nuestra rosa", ¡tantas rosas! parece un empeño imposible, pero yo admiro esa capacidad en quien con calidad y calidez, la ejerce.
    ¿Dónde alimentar tanto amor? Me viene a la memoria el pensamiento de Teresa de Jesús, mujer enamorada de la "humanidad de Jesús" y también simpática y entregada a la amistad con tantos hombres y mujeres de su tiempo:
    "Hay que darse sin atarse, entregarse sin gastarse, ser de todos siendo solo de Dios."

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  2. ¿Por qué hablamos de perder el tiempo si en la mayoría de las ocasiones se acaba convirtiendo en ganancia? Al hilo de tu reflexión de esta semana, pienso en la cantidad de pequeños momentos "perdidos" que son los que le dan algería y luz a nuestras vidas: aquel café improvisado, esa conversación breve que te deja "tocada" para el resto del día... Intento siempre que puedo "perder" unos minutos con la gente que quiero: es la amalgama que va uniendo nuestras vidas, y tal vez al final nos medirán por la cantidad de tiempo que supimos "perder" con los demás, el examen de amor que habremos superado en función de esa pérdida. Eso será lo que realmente importe.
    Un beso.

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  3. Muy interesante la reflexión. En la vida nos cruzamos con muchas personas, pero muy pocas veces nos encontramos. Como dice Mila Lozano "El encuentro entre dos personas es una acontecimiento tan raro como feliz".

    Saludos!

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