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domingo, 19 de febrero de 2012

La mesita de noche



Lo expresaba mi amiga Lola con una belleza extraordinaria: "El libro se ha quedado a vivir en mi mesilla de noche"
Y su expresión anduvo dando vueltas en mi cabeza para terminar haciéndome descubrir lo importante que es la mesita de noche.

Quizá me preguntes por qué...Para mí, es ese rincón de la casa que acoge algunos restos del día que acabo de vivir para ofrecerme lo que, pacientemente, me lleva esperando todo el día también ...Quizás pose sobre ella una carta o el reloj o alguna nota que me recuerde al día siguiente algo que hay que hacer; sobre la mesita suelto lo que me ha ayudado a bregar, un día más, para agarrarme a  todo eso que me hace sentir segura y bien: la novela que me sumerge en una historia paralela a mi vida; algún libro que me regala pensamientos para dormir en paz; la Biblia...También está la luz que, además de acompañarme en la lectura, me alumbra el camino cuando por la noche, por cualquier razón, he de levantarme. Hay alguna foto que me lleva a pensar en aquellos que quiero. A veces, un rosario; el agua que calma la sed; quizá alguna medicina a la que confío el cuidado de algún que otro achaque...
En definitiva, en esa mesita viven todas aquellas cosas que necesitamos para despedirnos del día con sosiego y que hacen posible que ocurra el milagro del descanso, del poner a dormir las preocupaciones sabiendo que Otro se va a encargar de ellas. 

La mesita de noche, ese rincón de la casa que nos rescata del hacer para, de alguna manera, ser. La mesilla de noche, tan próxima, tan accesible, en la que guardamos amor para volver a dar amor. Porque al día siguiente, tras un sueño reparador, nos incorporamos apoyándonos sin querer en ella, que ha permanecido allí, velando nuestro sueño y se nos da una energía liberadora que nos empuja, un día más, a volver a vivir.

Te quiero mucho. Hasta el domingo

Ana

5 comentarios:

  1. Ana, ¿también en esa mesita cabe la palabra gracias? Gracias a Dios por el día vivido y por la gente que ha salido a tu encuentro y te ha ayudado o sonreído.
    Cuídate y que estés bien.
    Besitos

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  2. ¿Cómo pueden caber tantas cosas en un espacio tan diminuto? Miro mi mesilla, releo tu entrada y me maravillo del simbolismo de las cosas cotidianas: la novela que es una puerta para evadirse un rato a otros mundos, la Biblia con la que tantas veces enderezamos el rumbo del día, la luz, las fotos... .Y caigo en la cuenta de la cantidad de cosas que, más allá de su uso meramente práctico, nos sirven para sujetarnos de alguna forma a la vida. De la cantidad de amor que puede caber en ese espacio. A veces esos símbolos se quedan a "vivir" por temporadas, por años, o a veces para siempre, como si fueran el hilo que nos sujeta a la realidad cuando escapamos al mundo de los sueños. Otras veces, como ocurre con tu libro, son la voz amiga que dice "te escucho, te acojo, y ahora apaga la luz, que el día ha sido largo". Un beso grande.

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  3. Es verdad lo que dices de la mesita de noche, es parte de nuestra vida. Esa mesita es "mi mesita de noche", donde dejo guardado pero a la vista recuerdos, fotos de seres queridos (los libros de lectura los tengo en el salón pues en la cama me da sueño), la agenda, el librito de pensamientos de Poveda...y lo que a la mañana siguiente no quiero que se me olvide (una anotación....). Pero también es la que sostine el despertador que fastidiosamente todas las mañanas me despierta en lo mejor de mi sueño y cuando todavía me cuesta un montón el abrir los ojos. Otros dirán que es la bendición que te hace el levantarte en un nuevo día que Dios te ha regalado para que lo vivas y lo disfrutes. Pues es verdad y ya solo por eso le tengo mas simpatía. Un beso, Fernando.

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  4. Ana María Nicolás1 de marzo de 2012, 11:44

    ....Yo también tengo en la mesilla de noche a mis padres: de mi padre , un mechón de su cabello y de mi madre, cenizas...Y a su vez, algo que los dos tenían en sus respectivas mesillas de noche:de mi padre, su radio y su cepillo de ropa y lo últimos calcetines que dobló con precisión de alfarero... y de mi madre , su crucifijo diminuto,sus estampas de santos y los pañuelos de bolso con sus iniciales. Qué cosas ! Ana, me has hecho pensar que cada una de esas cosas componen un poco lo que soy, como un resumen de mí misma... de dónde vengo, en lo que creo , lo que me gusta, lo que me ha acompañado más tiempo que ninguna otra cosa en mi vida ( me refiero a la radio ). También mis defectos, parte importantísima en la definición de cualquier persona: mi manía del orden, mis inseguridades, mis dependencias, mi tristeza... Además de todo esto, poco a poco se han ido incorporando a esa mesita la familia que hemos creado mi marido y yo: un foto preciosa en la que estamos juntos y sonreimos y las de mis hijos cuando eran muy pequeños. Así que , cuando me levanto sin dormir, últimamente cada vez más, es lo primero que miro y me digo..." esta es la razón " y a continuación ..toco la cruz de mi madre y una mano invisible, me aprieta en la nunca y me empuja....Madre mía Ana!!!! nunca hubiera pensado que da para tanto una mesita de noche...mil gracias por haberme hecho descubrir que en realidad lo que yo necesito es..... LA MESA DEL REY ARTURO Y LOS CABALLEROS DE LA TABLA REDONDA

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  5. Gracias por la reflexión tan hermosa que regalas a este blog, Ana María. Recibir vuestras respuestas- también todas las de "mis blogueros fieles e insustituibles"- me hace inmensamente feliz. Gracias a todos por pensar y compartir.

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