¡Me gustaba empezar felicitándote el Año
Nuevo y también deseándote una muy feliz fiesta de los Reyes Magos!
Acabo
de levantarme y, con la misma ilusión de todos los años, me he acercado al
zapato a ver lo que sus Majestades me habían traído... Yo este año, ¡por
tantas razones!, no me he atrevido a pedir nada...
Resulta que, al
recoger mi zapato, he encontrado en él algo invisible, pero como tantas cosas intangibles, tremendamente valioso: los Reyes me han regalado una invitación para estos
momentos de la vida: la de creer que nos va a ir bien, que se van a cumplir
esos deseos profundos que cada uno de nosotros llevamos en el corazón, que lo
que creemos imposible va a ocurrir, que no se permitirá que nada malo nos
pase... En otras palabras, los Reyes me han regalado la fe.
Es
una invitación hermosa ésta de creer que lo imposible puede ocurrir pero además no es nueva sino que tiene un profundo anclaje humano
y cristiano:
"La
fe es garantía de lo que se espera; la convicción de lo que no se ve...
Por la fe Abraham, al ser llamado por Dios, obedeció y salió
para el lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde
iba..." (Hebreos 11)
Por la fe, la Virgen María mantuvo un diálogo imprevisto y
pleno de amor y confianza con un ángel; y dicho diálogo no solo cambió la
historia personal de una mujer humilde sino que también cambió, para siempre,
la historia de la humanidad.
Por la fe, y en palabras de Gala, los Reyes Magos al
"tropezarse con el espectáculo más frecuente del mundo: una mujer con un
niño en brazos... decidieron ver a Dios donde cualquiera habría visto
una vulgaridad"
Por la fe, esta mañana, a pesar de las dificultades del momento que vivimos, me he levantado
con la ilusión de un niño y, en un zapato aparentemente vacío, he encontrado la invitación
a seguir creyendo, luchando y sonriendo...
Comparto contigo esta invitación- no puedo quedarme sola con ella-.La comparto y te invito a que me ayudes a vivirla y proclamarla. Cree y cuenta a los demás que hay razones para
sentirnos seguros, porque Dios sigue siendo fiel cada día, cada año, con cada
generación, con cada uno...
Después
de hacerlo, déjame que te diga:
"Dichoso tu
porque has creído y porque lo que le pides a Dios se cumplirá"
Te
quiero mucho. Hasta el mes que viene
Ana
Como siempre gracias por "espavilar" el oido, el corazón y los mejores propósitos, en este caso, para un Nuevo Año.
ResponderEliminarAnte los Magos que llegan y adoran al Niño, siguiendo una estrella, me pregunto:
¿que pasó despues de estar con el Niño?
"Se marcharon por otro camino", dice el Evangelio.
Pienso que la estrella que les guió después, era personal y era invisible, quedó grabada en su corazón y para siempre.
Pues para ti y para todos los que conocemos y queremos, mi deseo es que esa estrella que alumbró en cada uno de nosotros un día, no pierda su brillo, que la sigamos con fidelidad y brille ante los demás y sea capaz de alumbrar muchos caminos que aún permanecen oscuros en este mundo nuestro. Besos
Gracias, Ana. Que sigamos creyendo porque Dios está con nosotros!! y nos regala maravillosas vivencias.
ResponderEliminarHola, Ana. La entrada de hoy es un auténtico alegato de esperanza, que se agradece siempre, pero mucho más en estos momentos. Echaba de menos unas palabras de confianza, una palmadita que me recordara que a pesar de los nubarrones que pintan el futuro de color gris oscuro, Alguien por encima de nosotros pone una mano protectora sobre nuestras vidas y nos anima a tener fe en lo que hacemos, porque más pronto que tarde dará su fruto. Y sobre todo, necesitaba que me recordaran que a veces la maravilla de la vida está justo a mi lado, pasando desapercibida a mis ojos, porque me empeño en quedarme colgada de los nubarrones del cielo, y se me olvida mirar lo que tengo delante de mí, esa "vulgaridad" que,como dice Gala,alberga a Dios mismo.
ResponderEliminarEspero recordarlo durante todo el año. Muchos besos.
Gracias por tus palabras...Yo le pido a este año mucha ilusión y esperanza, por lo menos la misma que tienen los pequeños con los Reyes Magos, esos que supieron ver a Dios en un niño y supieron despojarse de toda su grandeza y poder terrenal para adorarlo y reconocerle por encima de ellos, servirle. Le pido al Señor que sepamos este año ser como estos tres Reyes Magos y reconocer a Cristo lo más importante y grandioso que nos ha ocurrido, y que como estos tres Reyes volvamos por otro camino distinto al de que hasta ahora vivimos, el nuevo camino de la fe renovada que nos permita vivir nuestro comproimiso cristiano de manera totalmente distinta: Con mayor entrega, con mayor aceptación del prójimo, com mayor Amor y con mas ansias de vivir el y por el Reino y la justicia. Un beso, Fernando.
ResponderEliminarDespues de un tiempito... retomo la lectura de tu mi palabra y ...zas vuelvo a impresionarme, por esas palabras.. tan corrientes, tan normales.. pero a la vez tan cálidas y esperanzadoras.. que no queda más remedio que pensar.. pues sí, que bueno, que alguien pueda verlo y sentirlo, y que ademas quiera transmitirlo y compartirlo. Quizá también, ellas nos permitan que aflore el niño que llevamos dentro. Me siento agradecida... empezar el año sabiendo que hay más luz de lo que parecía.. es muy alentador, aunque tengamos fe, un empujón para ver más claro (por dentro y por fuera) es preciso.
ResponderEliminarUna vez alguien dijo, "Es de buen nacido ser agradecido", por tanto, Gracias Ana, un abrazo, Silvia