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"Para Dios, nada es imposible" (Lc. 1,37)

domingo, 20 de noviembre de 2011

Poseer




"La ganancia es útil si, como medio, se orienta a un fin que le de un sentido, tanto en el modo de adquirirla como de utilizarla. El objetivo exclusivo del beneficio, cuando es obtenido mal y sin el bien común como fin último, corre el riesgo de destruir riqueza y crear pobreza" 
Caritas in Veritate nº21- Benedicto XVI

No sé si a ti te pasa lo mismo pero yo tengo "problemas" con el poseer....Soy consciente de que tengo más de lo que necesito; que lo que se me ha dado está bien ganado pero que hay muchos a mi alrededor que no han corrido mi misma suerte...Y esta constatación, a veces, me inquieta.
No puedo dejarlo todo, como San Francisco de Asís, porque vivimos en un mundo en el que hay que cumplir con obligaciones; porque tengo una hija a la que quiero ofrecer las mejores oportunidades; porque- te soy sincera- me costaría renunciar a ciertas comodidades, por muy básicas que estas sean.

Pero sí puedo, haciendo uso de mis bienes, ayudar a crear riqueza y combatir la pobreza. Me preguntarás que cómo... Ahí van algunos pequeños remedios que intento ejercer para hacer amable y útil el poseer:

Procuro pensar en el bien común y no olvidar las palabras de quién nos amó hasta el extremo: "al que te pide la túnica, dale también el manto; al que quiera recorrer contigo una milla, acompáñale dos..." Porque, como dijo Pedro Poveda: "No hace falta ser rico para dar...basta ser bueno"

Me gusta cultivar el sentido de la gratuidad. Gratuidad entendida como riesgo, como  alegría de dar gusto a los otros, como quijotismo, como generosidad de un corazón que desea ser, ante todo, magnánimo.

Soy consciente de que no solo lo material ayuda: los apóstoles, en el Capítulo 3 de los Hechos, nos cuentan como Pedro y Juan devolvieron al cojo de nacimiento, que se apostaba en la puerta del templo, la mayor riqueza: la capacidad de andar: "No tengo oro ni plata- le contestó Pedro cuando el cojo les pidió limosna- pero le miraron, le dieron la mano y a continuación se levantó y se le fortalecieron los pies y los tobillos"

He aprendido, con los años, a no ansiar nada, a vivir una vida- dentro de lo cómoda que nos la hemos creado- austera, para poder disfrutar de aquello que no se compra con dinero y que se reparte igualmente entre todos cada día.

En última instancia, reconozco humildemente que nada poseemos y que siempre somos poseídos por aquello que creemos poseer.

Si gratis se nos dio... ¡gratis hemos de repartirlo!


Te quiero mucho. Hasta el domingo

Ana

2 comentarios:

  1. Hablas de "dar sentido" a lo que poseemos,lo que somos¡qué profunda verdad! solo de esta manera es posible que crezca y se multiplique. Yo también me interrogo sobre el compartir lo que tenemos,lo que somos. La parábola de los talentos me clarifica sobre la propuesta de Jesús, Él nos invita a "negociar", pero su estilo de negociar es algo diferente al nuestro, pues es verdad que "es dando como se recibe" en la propuesta de Dios. Gracias por compartir tambien estas inquietudes.

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  2. Querida Ana creo que has dado en la diana del mal que afecta este mundo materialista al que pertenecemos y al que todos alimentamos
    Hay una frase que siempre llevo conmigo cuando estoy preocupada por algo que afecta a mi economía : " todo lo que se pueda comprar con dinero no tiene valor, no es importante" y " por el contrario, " lo verdaderamente valioso es gratis".Piensa en el cariño, la amistad, la comprensión, la bondad, la honradez, una sonrisa, un abrazo, un paseo, unas flores...
    En los tiempos que nos va a tocar vivir en un futuro próximo, estas frases vamos a tenerlas muy presentes. Quizás nos ayude a ser más felices.
    Encarni.

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