"La ganancia es útil si,
como medio, se orienta a un fin que le de un sentido, tanto en el modo de
adquirirla como de utilizarla. El objetivo exclusivo del beneficio, cuando es
obtenido mal y sin el bien común como fin último, corre el riesgo de destruir
riqueza y crear pobreza"
Caritas in Veritate nº21- Benedicto XVI
No sé si a ti te pasa lo mismo
pero yo tengo "problemas" con el poseer....Soy consciente de que
tengo más de lo que necesito; que lo que se me ha dado está bien ganado pero
que hay muchos a mi alrededor que no han corrido mi misma suerte...Y esta
constatación, a veces, me inquieta.
No puedo dejarlo
todo, como San Francisco de Asís, porque vivimos en un mundo en el que hay que
cumplir con obligaciones; porque tengo una hija a la que quiero ofrecer las
mejores oportunidades; porque- te soy sincera- me costaría renunciar a ciertas
comodidades, por muy básicas que estas sean.
Pero sí puedo, haciendo uso de
mis bienes, ayudar a crear riqueza y combatir la pobreza. Me preguntarás que
cómo... Ahí van algunos pequeños remedios que intento ejercer para
hacer amable y útil el poseer:
Procuro pensar en el bien
común y no olvidar las palabras de quién nos amó hasta el extremo: "al
que te pide la túnica, dale también el manto; al que quiera recorrer contigo
una milla, acompáñale dos..." Porque, como dijo Pedro
Poveda: "No hace falta ser rico para dar...basta ser bueno"
Me gusta cultivar el sentido de
la gratuidad. Gratuidad entendida como riesgo, como alegría de dar gusto
a los otros, como quijotismo, como generosidad de un corazón que desea ser,
ante todo, magnánimo.
Soy consciente de que no
solo lo material ayuda: los apóstoles, en el Capítulo 3 de los Hechos, nos
cuentan como Pedro y Juan devolvieron al cojo de nacimiento, que se apostaba en
la puerta del templo, la mayor riqueza: la capacidad de andar: "No
tengo oro ni plata- le contestó Pedro cuando el cojo les pidió limosna- pero le
miraron, le dieron la mano y a continuación se levantó y se le fortalecieron
los pies y los tobillos"
He aprendido, con los años, a
no ansiar nada, a vivir una vida- dentro de lo cómoda que nos la hemos
creado- austera, para poder disfrutar de aquello que no se compra con dinero y
que se reparte igualmente entre todos cada día.
En última instancia, reconozco
humildemente que nada poseemos y que siempre somos
poseídos por aquello que creemos poseer.
Si gratis se nos dio... ¡gratis
hemos de repartirlo!
Te quiero mucho. Hasta el
domingo
Ana
Hablas de "dar sentido" a lo que poseemos,lo que somos¡qué profunda verdad! solo de esta manera es posible que crezca y se multiplique. Yo también me interrogo sobre el compartir lo que tenemos,lo que somos. La parábola de los talentos me clarifica sobre la propuesta de Jesús, Él nos invita a "negociar", pero su estilo de negociar es algo diferente al nuestro, pues es verdad que "es dando como se recibe" en la propuesta de Dios. Gracias por compartir tambien estas inquietudes.
ResponderEliminarQuerida Ana creo que has dado en la diana del mal que afecta este mundo materialista al que pertenecemos y al que todos alimentamos
ResponderEliminarHay una frase que siempre llevo conmigo cuando estoy preocupada por algo que afecta a mi economía : " todo lo que se pueda comprar con dinero no tiene valor, no es importante" y " por el contrario, " lo verdaderamente valioso es gratis".Piensa en el cariño, la amistad, la comprensión, la bondad, la honradez, una sonrisa, un abrazo, un paseo, unas flores...
En los tiempos que nos va a tocar vivir en un futuro próximo, estas frases vamos a tenerlas muy presentes. Quizás nos ayude a ser más felices.
Encarni.