Datos personales

Mi foto
"Para Dios, nada es imposible" (Lc. 1,37)

domingo, 17 de julio de 2011

Cáritas


No sé si alguna vez te has preguntado sobre la colecta de dinero que hacemos en la misa de cada domingo. En el momento de las ofrendas, alguien pasa con una cesta y, nuestra mano, sin que la vea la otra- "no sepa vuestra izquierda lo que hace vuestra mano derecha"- acude al bolsillo y lo deja un poco más ligero.
Con este gesto, y con otros que nadie ve, ofrecemos parte del fruto de nuestro trabajo en la búsqueda del bien de nuestros hermanos más necesitados, quienes quiera que sean, aquellos que, como en la parábola del buen samaritano, encontramos "casualmente"...

Pues bien, he aprendido que mucha parte de ese dinero va destinado a Cáritas, la organización sociocaritativa de la Iglesia Católica. Cáritas, como Iglesia que recuerda el mandato de Jesús, cumple con el ministerio de la caridad, del amor y la ayuda al prójimo...
Y lo que Cáritas hace, más del 60% lo lleva a cabo con el dinero de aportaciones privadas; entre otras, con ese dinero que, con mayor o menor esfuerzo, abandona cada domingo nuestro bolsillo.

Acabo de leer que Cáritas, en toda España, ha pasado de atender de 400.000 personas en el 2007 a 950.000 en el 2010; personas que, en su mayoría, han perdido su empleo como consecuencia de la crisis, y "que si en los primeros momentos de esta comenzaron siendo desempleados “recientes”, han pasado ahora a ser parados de “larga duración”; que son, en amplio porcentaje, familias jóvenes, con uno o dos hijos pequeños, y jóvenes desempleados en busca del primer empleo...
Hacen colas interminables a las puertas de las parroquias...Yo he sido testigo de esas colas... Colas que dibujan el dato de que la pobreza relativa en España alcanza ya a un 20,8 por ciento de la población (casi 10 millones de personas).


Pero lo importante no son las cifras, aunque sean aterradoras...Lo que hay que contar son las vidas de las personas y familias que se esconden tras los datos.

Y, ante esto, creo que no nos podemos quedar en la indiferencia...Nos corresponde actuar para hacer un mundo mejor. En palabras de Benedicto XVI: 
"A un mundo mejor se contribuye solamente haciendo el bien ahora y en primera persona, con pasión y donde sea posible...El programa del cristiano —el programa del buen Samaritano, el programa de Jesús— es un « corazón que ve »".

Te invito a no dejar de ver y a hacer el bien; a hacerlo en primera persona, con lo poco o mucho que podamos cada uno, sin excusas y con la alegría que siempre conceden los gestos del corazón; a seguir acudiendo al bolsillo; a dar y a darnos nosotros mismos...
Ver y hacer el bien para ayudar a quienes lo necesitan; para colaborar en el misterio de la redención; para recibir la gracia de sentirnos ayudados al ayudar; para ser instrumento de Dios y solo instrumento... Para, en fin, escuchar de nuevo un día aquellas bellas palabras de Jesús:
"Porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; fui forastero y me recogisteis; estuve desnudo y me vestisteis; enfermo y me visitasteis; en la cárcel y fuisteis a verme...Cada vez que lo hicisteis con uno de estos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis (Mt 25, 35. 40)

Te quiero mucho. Hasta el domingo

Ana 







No hay comentarios:

Publicar un comentario