Datos personales

Mi foto
"Para Dios, nada es imposible" (Lc. 1,37)

domingo, 8 de julio de 2012

Fidelidad


"No me pidas que te deje, y que me aparte de ti; porque a dondequiera que tú vayas, iré yo; y dondequiera que vivas, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios. Donde tú mueras, moriré yo, y allí seré enterrada" (Rut 1:16)

El texto que encabeza esta entrada es del Antiguo Testamento, del Libro de Rut. 
Es la respuesta de Rut a su suegra Noemí cuando esta mujer, que ha perdido a sus hijos, invita a sus nueras a abandonarla para que puedan desarrollar sus propias vidas... Pero Rut se resiste y le promete fidelidad, un querer seguir compartiendo la vida pase lo que pase...

Este ha sido el texto que me ha acompañado antes de escribirte este domingo... Porque la entrada de hoy es el resultado de una lucha mantenida dentro de mi misma: la vida ordinaria- porque lo curioso es que no hay nada extraordinario- que me toca vivir actualmente  me está sustrayendo el tiempo que dedico a este blog... Y hoy estaba preparada a enviarte mi carta de despedida... 
¡Qué curioso!: uno parece sentirse libre ante los acontecimientos, la rutina, las obligaciones pero no es así... La vida es tirana y, a veces, nos priva de placeres como el de escribir...

Riéndome de esta tiranía y, con tu permiso, he decidido escribirte una vez al mes- ¡que consolador es poder encontrar un cierto equilibrio!-. Porque me resisto a perderte, porque me cuesta romper unos lazos que empezamos hace casi dos años, porque hemos perdido tanto tiempo juntos que me cuesta imaginar que ya no estarás ahí... Es verdad: uno es responsable, para siempre, de aquello que ha domesticado...
Así que, si te parece bien, nuestra cita será siempre el primer domingo de cada mes- ya sabes que los "ritos son importantes"-, para estrenar contigo el nuevo periodo de tiempo que se nos regala... Y mientras el mes transcurre, me comprometo a ir preparando el corazón para, como siempre he intentado hacer, ofrecerte lo mejor que tengo... ¿Puedo contar contigo?


Hasta el 5 de Agosto. Te quiero mucho

Ana






3 comentarios:

  1. Querida Ana:
    Tengo muchas cosas urgentes que hacer, pero… tal vez no sean tan importantes como dar respuesta a tu entrada de ayer.
    “Me resisto a perderte”, dices. Nosotros, los que te seguimos todas las semanas, ¡nos tienes tan bien acostumbrados!... que, ¡también sentiríamos perder tus finas y profundas reflexiones!, de cualquiera de los temas sobre los que escribes, con tu personal enfoque, humano, cercano y enraizado en una fe sólida y transparente.
    Para tus seguidores, ¡no es rutina! sino dulce espera a la siguiente entrada de tu Blog: ¿cuál será el tema? ¿con qué foto lo ilustrará? ¿qué interrogantes se / nos planteará?
    Yo te agradezco que, aunque sea “una vez al mes”, continúes escribiéndonos. “Me cuesta romper unos lazos…”; es cierto, son estos lazos invisibles para la vista, pero entrañables en el corazón, que se establecieron desde el primer día que accedí a tu Blog, “tu-mi palabra”, que se traducen en esa cercanía personal que, aunque no estés físicamente, uno siente que es recíproca (tantas veces, confirmada con tus cálidos abrazos).
    “… porque hemos perdido tanto tiempo juntos que me cuesta imaginar que ya no estarás ahí...”. ¿Perdido?, ¡no! El tiempo dedicado a la reflexión, la comunicación o la oración ¡siempre es ganancia! (Jesús habló de la aparente contradicción de perder, no el tiempo, sino la vida: “El que pierda su vida por mí, la encontrará”, Mt 10, 39)
    “¿Puedo contar contigo?”: rotundamente SÍ.
    Te deseo que descanses de tus ocupaciones profesionales, en tus merecidas vacaciones, y… ¡hasta el primer domingo del mes!
    Recibe un fuerte abrazo. Ramón

    ResponderEliminar
  2. Hola, Ana.
    Gracias porque, a pesar de todo, te resistes a romper los lazos. Como Ramón, también pienso que el tiempo que hemos dedicado a este blog no ha sido una pérdida, sino todo lo contrario. Cada semana, he esperado y he buscado ese momento para sentarme contigo en esta "mesa de camilla" virtual, para hablar de cosas que le dan otro sentido a lo cotidiano, que tanta falta hace. Cada entrada ha sido como abrir una ventana y ventilar el alma, para seguir después con otra energía, meditando y masticando cada texto. Y te puedo asegurar que ha sido de gran ayuda, en muchos sentidos. A partir de ahora, seguiré haciéndolo cada mes con más ganas si cabe, porque también comprendo que la falta de tiempo agobia, agota y seca la fuente. Descansa, disfruta, y te esperamos en agosto.
    Un beso enorme.

    ResponderEliminar
  3. No es una despedida, es un "hasta luego" podrías decirnos, y menos mal que tú no "echas el cierre" como tantos otros, porque nos tienes acostumbrados a tu alimento semanal. Es nuestro pequeño maná que semanalmente nos ha ido alimentando en nuestro espíritu y que ahora te hechará de menos, porque aunque no todas las semanas escribiéramos, estoy seguro que si somos muchos los que te leemos.
    No te desanimes ni agobies, muchas veces nos empeñamos en abarcar mas de lo que podemos sin darnos cuenta que somos tan humanos como los demás. Es bueno darse cuenta de ello y poner remedio. Continuamos todos los meses, podemos ver la parte positiva: Hay mas tiempo para que escribamos mas en tu blog.
    Un beso, Fernando.

    ResponderEliminar