Datos personales

Mi foto
"Para Dios, nada es imposible" (Lc. 1,37)

domingo, 17 de junio de 2012

Profetas

El Profeta Oseas, según Duccio di Buoninsegna

Hoy te escribo tarde. Acabo de llegar de viaje y he entrado en casa con la urgencia de decirte que no ha pasado nada, que todo está bien...
A pesar del ajetreo de la semana, el viernes, día en que se celebró el corazón de Jesús te recordé. En la misa del día ofrecieron una lectura preciosa del profeta Oseas que me llevó  a pensar en ti... Desde ese día la llevo "rumiando" en el corazón para ofrecértela en esta entrada de hoy...

Seguro que lo sabes, o quizás no- pero, ¿y qué importa?-: Oseas es un profeta y, más concretamente, es el profeta del amor y la ternura de Dios...
Los profetas tienen una experiencia profunda de Dios; han sabido encontrarlo quizás donde nadie lo ha hecho- quizá más fuera del templo que dentro del mismo- porque ven el mundo con los ojos de Dios y son dóciles a su palabra...Si algo hacen es aproximar a Dios y al ser humano...

Pues bien, el texto que a continuación te transcribo y se nos regaló el viernes pasado, Oseas lo escribe en medio de un caos social, político y económico que Israel atraviesa y que lleva a este pueblo a la degradación moral y religiosa.
"Cuando Israel era niño, yo le amé,
y de Egipto llamé a mi hijo;
Yo enseñé a andar a Efraín        
y lo llevé en mis brazos              
y ellos sin darse cuenta
de que yo los cuidaba...
Con correas de amor los atraía,
con cuerdas de cariño,
y era para ellos como quien alza
a un niño a su mejilla;
me inclinaba hacia ellos y les daba de comer...
¿Cómo voy a dejarte Efraín,
como entregarte Israel?
Mi corazón se me revuelve dentro
a la vez que mis entrañas se estremecen.
Porque soy Dios, no hombre;
en medio de ti yo el Santo
y no me gusta destruir" (Oseas 11)
El profeta nos cuenta que Dios nunca abandona a los que ama así que...atrevámonos a ser profetas; anunciemos, por encima de tantas dificultades como las que nos tocan vivir, que Dios nos ama inmensamente y desde el principio de nuestra historia...Que se puede volver a ser feliz...
Queda mucho por decir. Queda mucho por hacer... Hagámoslo, digámoslo... “Habrá que forzarlo para que pueda ser”



Te quiero mucho. Hasta el domingo

Ana

1 comentario:

  1. Efectivamente queda mucho por hacer y por decir. Queda mucho por limpiar, por clasificar entre necesario, esencial, y directamente suprimible. Nos queda por delante una tarea enorme, intensa, y a la vez,un reto: volver a lo sencillo, a lo simple, a lo medular. Esta tarde hablaba con mi hija, que duda si ir con su grupo de catequésis al Camino de Santiago. Le contaba mi experiencia, y sobre todo, le explicaba lo que yo llamé en su momento la "terapia de la mochila", es decir, guardar en el breve espacio de una mochila lo que realmente necesitas para vivir durante unos días. Se extrañaba, como lo hice yo en su momento, de lo poco que necesitamos para vivir, y de lo que pesan, literalmente, las comodidades. Creo que estos tiempos requieren un poco de esa terapia. Como aquel viejo lema, ¿realmente necesitamos tanto para ser felices? En mi caso, pocos momentos recuerdo tan felices como la llegada a Santiago, exultante, inmensamente emocionada simplemente por haber cumplido un objetivo, inmensamente agradecida a Dios por la experiencia honda de aquellos días, sin más posesiones que una mochila con dos camisetas, un saco de dormir y unas botas. Y aún me sobraban cosas.
    Hasta la semana que viene.

    ResponderEliminar